En ocasiones pensamos que este miedo es absurdo o que no tiene una base razonable y lógica, puesto que “en principio” todo el mundo quiere tener éxito y llegar a conseguir sus sueños…
Detrás de este miedo hay otros, muy, pero que muy poderosos, que lo impulsan.
El síndrome de Solomon es un trastorno de la ansiedad que llevan a quienes lo sufren a sentir un miedo intenso e irracional, a destacar en cualquier tipo de situación, actividad o contexto determinado.
Las consecuencias que se manifiestan en las personas que lo padecen son diversas y pueden resultar muy limitantes en su vida. Desde sentimientos de incapacidad, frustración y desesperanza, hasta conflictos en sus relaciones sociales y entorno familiar. Va más allá de la vergüenza o inseguridad básica y en muchas ocasiones se acompañan de síntomas físicos y fisiológicos que resultan muy limitantes como temblores, mareos, sudoración, etc.
No es una cuestión de vergüenza o inseguridad, sino un fuerte miedo al rechazo que manifiesta con síntomas como mareos, palpitaciones, vómitos y sudores
Dadas sus características y los parámetros que se indican en el -V[1] (Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales), el síndrome de Solomon se incluye dentro de los trastornos de ansiedad no especificados. Es por ello que requiere un diagnóstico y tratamiento profesional y adecuado.
Las causas de que se produzca el síndrome son de dos tipos:
Factores ambientales que responden a posibles experiencias traumáticas del pasado. Eventos o situaciones de gran intensidad de signo desagradable como abusos, violencia física o psicológica vividas y “grabadas” en la mente de la persona como sucesos muy dolorosos y perturbadores.
Factores genéticos que implicaría que este síndrome fuera de carácter heredado. Para ello el necesario el estudio de los progenitores.
Tras este miedo irracional e intenso hay pensamientos que tienen que ver con la aceptación social.
Seguir siendo aceptados…
No somos tan libres como pensamos. Estamos más condicionados por lo que piensan los demás, de lo que somos capaces de admitir… Algunos de forma consciente y otros menos, en mayor o menor grado, pero al fin y al cabo ahí está… La presión y el condicionamiento psico-social.
La necesidad de aprobación, el deseo desproporcionado y profundo de ser aceptado y validado por los demás como consecuencia de un déficit en la seguridad personal y autoestima.
Miedo excesivo al rechazo: Este sentimiento es una parte normal de la vida y que no define nuestro valor como personas. Sin embargo, en grado extremo puede limitarnos y afectar nuestra autoestima, impidiéndonos tomar riesgos o expresar nuestras opiniones e incluso adaptarse a las opiniones o comportamientos del grupo, a pesar de que difieran de creencias o valores propios.
Evitación de la exposición personal: Evitar situaciones en las que la persona se siente vulnerable o expuesta emocionalmente. Esto puede incluir evitar hablar en público, compartir opiniones, mostrar emociones o participar en actividades que impliquen ser el centro de atención.
Es posible que podamos sentirnos identificados con uno o varios de los síntomas físicos que he citado anteriormente o con haber vivido alguna de estas situaciones. Es fundamental considerar que la presencia individual de los síntomas mencionados no indica automáticamente la presencia del síndrome de Solomon. Por lo tanto, es esencial que un profesional de la salud mental realice el diagnóstico, tomando en cuenta las características y experiencias particulares de cada paciente.
En paralelo, siempre será de gran ayuda tomar conciencia de todo aquello que nos frene e impida sentirnos libres y tomar acciones:
✅ Hacer uso del pensamiento crítico. Analizar de manera objetiva y racional la información, ideas y argumentos, con el fin de formar juicios fundamentados y tomar decisiones informadas. Cuestionar suposiciones, evaluar evidencias y considerar diferentes perspectivas antes de llegar a una conclusión. Una habilidad clave para potenciar la toma de decisiones efectivas y desarrollar un pensamiento independiente.
✅ Valora tu singularidad, tu esencia y solo desde ahí potenciar tu pertenencia al grupo
✅ Aceptarnos superadoramente. Trabajar en el amor propio, en nuestra esencia y en aceptarla y amarla tal y como es. Y buscar la forma de mejorar aquello que podamos potenciar de nosotros mismos.
Conozco personas maravillosas que se ven limitadas por este síndrome y a otras que ya lo han dejado atrás… Con la ayuda adecuada, tú también puedes hacerlo 😉
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