Imaginaste que el amor llegaría de forma natural, sin esfuerzo. Pensabas que encontrar a alguien con quien compartir tu vida y estar bien sería sencillo. Pero la realidad ha sido muy diferente.
Tal vez te sientas sola, vacía o atrapada en relaciones que no son como las habías soñado. Si tienes pareja, puede que sientas que no te comprendan, que la relación no avanza y que no sabes cómo cambiarlo. O quizás vives con la duda constante de si realmente estás con la persona adecuada.
Si no tienes pareja pero la deseas, es posible que la soledad de los fines de semana pese cada vez más, que la ansiedad y la tristeza te invadan al ver que nada cambia, o que la presión del tiempo te haga cuestionarte si alguna vez encontrarás a la persona indicada.